Crónica de David Páez
Llegamos a la sexta ronda de la liga, ¡qué corta se nos está haciendo! Volvían a jugar todos los equipos en nuestro local.
El primer filial del Torreblanca jugaba como líder contra el tercero del grupo, un equipo de cuatro veteranos jugadores que repiten cada semana, igual que la mayoría de los nuestros. Como la semana anterior presentábamos el equipo de más Elo que se podía presentar (Romaguera, Páez, Jesús y Manel) y les superábamos en eso en los 4 tableros, cosa que no es garantía de nada.
Empezó el match con un Jesús, desatado las últimas jornadas, que ganó calidad y algún peón en la apertura, sorteó los intentos de su rival por encerrarle la dama y no le dio opción para poner el 1 a 0.
Manel no necesitó enrocarse para infiltrarse con la dama en el campo enemigo y causarle tantos problemas que el rival colapsó y tuvo que claudicar poniendo un rápido y esperanzador 2 a 0.
En la mesa 1, Romaguera de nuevo tenía una partida sólida, igualada, de esas que parece que le gustan. En la 2, Páez dejaba pasar una combinación que le dejaba con gran ventaja tras pensarla e inexplicablemente no hacerla y el rival, primero, le igualó y, posteriormente, se puso en ventaja clara por actividad de piezas.
En los paseos hacia el lavabo Páez y Romaguera se cruzaron y los dos dijeron lo mismo “estoy bastante apretado” por no decir que perdidos. La cosa parecía que podía derivar en un triste 2 a 2 pero Páez hizo una jugada mala, malísima, pero que hacía pensar a su rival entre varias alternativas, al tiempo que le pedía tablas. Tras pensar unos minutos, el jugador del Congrès, un caballero con el que Páez ya había entablado dos años atrás, le dio la mano a nuestro jugador dándonos la victoria.
Ya sin excesiva presión, Romaguera, con calidad de menos, se las ingenió para dar mate a su rival y colocar un contundente 3,5 a 0,5. Seguimos líderes y con la derrota del Maragall B, si les ganamos la semana que viene prácticamente seríamos equipo de primera. Pero de eso hablaremos el próximo domingo.
