El ajedrez es una excelente actividad para el desarrollo de niños y jovenes en múltiples aspectos:
Desarrolla la capacidad de análisis.
Enseña a pensar antes de actuar.
Enseña a aceptar las consecuencias de las decisiones tomadas. Aumenta la capacidad para pensar de forma ordenada y metódica. Por todo eso cuando permitimos que un niño/a aprender a jugar ajedrez le estamos ayudando a desarrollar una serie de capacidades que le serán utiles en muchos aspectos de la vida, más allá de la simple habilidad en el juego concreto.
Además nosotros consideramos también que el aprendizaje de unos valores de comportamiento es algo incluso más importante que el desarrollo de capacidades cognitivas o competitivas. Por eso los valores de la deportividad y juego limpio acompañados del esfuerzo y la aceptación de la derrota cuando llega son uno de los principios básicos en nuestra actividad de enseñanza del juego.